Por que los circulo de mujeres, sana la violencia social

Por que los circulo de mujeres, sana la violencia social

 

 

Comencé a facilitar circulo de mujeres, por mi trabajo como abogada, en derechos de la mujere, la violencia de genero, los femicidios que me tocaron trabajar en mi profesión, trabaje el tema de violencia tanto en Organismos internacionales como en ONG, y me di cuenta que el «problema de la violencia, maltrato y abusos» va muchos mas alla de la ley y de la rspuesta que nos puede dar el estado,El empoderarnos esta en una, y que si sana una, sana el entorno, los cominos me fueron llevando a compartir mucho tiempo con los pueblos originarios, en especial las mujeres originarias Machis, Q eros, inca,y me he dado cuenta que somos tierra que somos naturaleza que debemos recuperar la conexión con ella por que ella es nuetra madre y con ella nuestros sentimientos y emociones

En los primeros círculos había un altísimo porcentaje de mujeres que sufrían o habían sufrido algún tipo de maltrato y también abusos sexuales, muchas veces por parte de un abuelo, el padre o alguno de sus hermanos, también cuando constelábamos el linaje femenino veíamos claramente como esa linea era afectada por los maltrato y abuso madres abuelas bis abuelas tatara abuelas y chosnas (Descendiente femenina directa en cuarta generación; hija de un tataranieto o tataranieta) Mujeres que habían guardado en secreto durante muchos años estos abusos, el primer o segundo día de trabajo en circulos lo compartían en el círculo. Sentían que estaban en un lugar seguro y amoroso donde podian abrir sus sentimientos de vergüenza, ira, inseguridad, y repugnancia. Con el tiempo, podían perdonar y volver a amar, a sentirse dignas de vivir una vida bonita.

Muchas mujeres con las alas rotas vinieron a estos círculos de mujeres de paz. Muchas se fortalecieron con las dinámicas y llegaron a solucionar sus heridas y patrones de codependencia, sus manipulaciones y venganzas hacia los hombres. Volaron tomando la fuerza del círculo. El circulo NO ES TERAPIA, es simplemente una reunión amorosa de respeto y cuidado en el que vemos situaciones y neutra mente las devela, luego si es el caso podremos realizar terapia.

Otras veces se ponían en pie y comenzaban a manifestar el sueño de una vida hermosa, libre de estos condicionamientos que llegaban a enfermarlas de muchas maneras físicas y mentalmente. Trabajaron sus procesos con consciencia y perseverancia. Hoy, la mayoría de ellas ha construido una vida distinta y feliz, después de un tiempo de proceso, superando muchas dificultades.  Casi todas salieron adelante.

La medicina de la mujer se teje juntas. El poder femenino se alza desde lo concreto a lo sutil, recibiéndonos, escuchándonos, danzando, tejiendo, creando y amando juntas. Sin juicios ni críticas. Eso sana. Y desde ese tejido sano, podemos regenerarnos, tener nuestros sueños y visiones para plasmarlos en lo concreto. Crear un estado de salud sostenible, una cuenca receptiva en nuestra familia, un sueño labrado en el mundo, sin temor, con amor. Desde este lugar empoderado, es posible integrar al masculino interno y tejer una relación más sana con los hombres.

Cuando existen fracturas físicas, emocionales o del alma, es fácil resguardarnos obvia o sutilmente en el papel de la víctima. Y si, muchas veces esta violencia nos sorprende desde afuera sin razón aparente. Pero después de un tiempo de duelo por lo perdido hemos de levantarnos y continuar. Quebradas, podemos pedir ayuda y buscar el modo de reparar el esqueleto herido. Podemos tomar los pasos necesarios para ponernos de nuevo en pie. Hay muchos colectivos trabajando desde un lugar de conciencia estas heridas. Levantémonos y pidamos la ayuda necesaria para sostener nuestros pasos hacia la vida digna y hermosa que merecemos vivir.

Antiguamente muchas de nuestras ancestros callaron estos abusos sufridos por ellas mismas cuando eran niñas. Algunas callaron los sufridos por sus propias hijas a manos de parientes cercanos. Consintieron a través de su silencio. Esto se callaba por el miedo al repudio y la vergüenza, a no sobrevivir, a la desgracia de mancillar el nombre de la familia. Esto emerge aún, se puede ver en los círculos y también en los talleres de sanación de linaje femenino.El callar en el linaje enferma a las generaciones venideras, el comunicar y hablar sana, es el camino a la resiliencia

Te invito a que participes de un circulo de mujeres de paz, si estas a favor de la NOViolencia en cualquiera de sus formas, si quieres construir con otras y sanar para que el mundo sane!!!!

Escribeme a Luciana@mediacionyviolencia.com.ar y te inscribo en el próximo circulo

 

comparto texto original de Teresa Rodríguez.

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